sábado, 21 de diciembre de 2013

Mis amigos/as sin Neruda

Fue nuestro poeta. Yo deseé durante años tener sus poesías completas, y él, porque me amaba, recorrió librerías y mercados de libros usados para encontrarlas. No desfalleció hasta que la editorial le confirmó que estaban totalmente agotadas. Me regaló una antología con cd incluido donde recitaba el propio autor. Me escribió una carta donde confesaba que Neruda le acompañó sonriendo en su incansable búsqueda de enamorado.
Cuando nos mudamos a Chile, uno de mis grandes sueños era poder conocer y visitar los lugares por los que un día transitó Neruda.
Pero la vida transcurre con mayor naturalidad de lo previsto y los sueños se tiñen de experiencias cotidianas que los transforman y enriquecen.
El “Venezia”, aquella "picá" donde el poeta acudía a menudo, recomendado en las guías turísticas, se transformó en el lugar donde comer a diario cerca del trabajo menús económicos y sabrosos muy bien acompañada. Y las risas de Silvana, Coty, Mariano, Alex , Marcela e Ingrid son más dueños, en mi memoria, de aquel local que Neruda. Porque no hay sueño poético que sobreviva a dosis altas de amistad, complicidades, risas y buenos momentos. Mis amigos y los abundantes y caseros platos que disfrutamos allá se apoderaron de aquel espacio. Si regresara algún día, el poeta relegado me observaría añorando la presencia de mis amigos/as.
La casa del poeta en isla negra ya nunca más será su casa en mi memoria. Isla negra se convirtió en una comida estupenda, a base de pescado, buen vino, buena conversa y buena compañía, con Marcela y Jano, en un fin de semana fantástico que perdura en mí con más fuerza que la casa. Atesoro el recuerdo de aquella casa única y aquellas vistas marinas privilegiadas, pero guardo en el corazón tantas risas y complicidades compartidas aquel fin de semana.

Neruda, que vivió y viajó, seguro entendería que ningún lugar despoblado de vivencias merece ser recordado, por muy bonito que sea. Posiblemente sonreiría satisfecho al saber el gran significado que tienen sus lugares ahora para mí. Quizás si volviera a ellos se tomaría un buen vino chileno con nosotros/as, contagiándose de nuestra risa. Podríamos brindar por los/as amigos/as que convierten cualquier rincón en un lugar especial.

sábado, 9 de febrero de 2013

Pirámides que no llegan a nada

Actualmente...hay un tema que a todos nos preocupa, la crisis y la dificultad de encontrar trabajo. Yo quería hablar sobre el segundo tema, del trabajo y la filosofía que tenemos y que penséis si es normal...o no.

Yo hasta ahora no había pensado las cosas de esta manera y después de una conversación cambió mi manera de "ver algunas cosas", así que si yo pringo...el que me lea también y le voy a desestabilizar sus pensamientos.

Así que ahí va la reflexión del "xq tenemos el trabajo organizado como lo tenemos".

Pensad en cualquier trabajo (no todos sirven, pero bueno), normalmente tu empiezas desde abajo haciendo tareas sencillas, y poco a poco, con el tiempo, vas haciendo tus tareas mejor. ¿si? ok
Ahora, ¿para cobrar más qué tienes que hacer?
Normalmente lo que pasa es que para cobrar más tienes que cambiar de tareas. En mi caso, yo trabajo en el sector de la informática y lo utilizaré como ejemplo: tu cuando empiezas eres un picateclas y haces programitas. Cuando empiezas a dominar los programitas, para cobrar más lo que tienes que hacer es empezar a ser el que diseña los programitas para que otros los piquen.¿si? ok

Pasa el tiempo...¿para cobrar más qué hay que hacer?
Si quieres cobrar más, te van a dar más responsabilidades, y lo que era diseñar programas, ahora se convierte en llevar a un equipo de gente que se dedique a diseñar los programas que otros picaran.¿si? ok

Seguimos...
Para continuar subiendo sueldo, tienes que empezar a dirigir varios proyectos (por ejemplo), y con el tiempo te dedicarás a ser más comercial, para vender tu faena a otras empresas y esa faena irá bajando por la gente que dirige equipos >> gente que dirige a personas >>  personas que diseñan programas >> para que otros los programen.

Hablo en el caso de la informática, pero en otros trabajos es parecido. La "escalera de evolución" pienso que no tiene sentido ... un tío que trabaja en un taller y es bueno en su trabajo, lo ascienden y se convierte en jefecillo de su grupo, luego si continua haciéndolo bien, se convierte en jefe de varios grupos...jefe de sector ..y si continua así se convierte en comercial y vendedor de lo que su empresa fabrique.


Pues bien...pensad...no tiene sentido que para mejorar tu sueldo tengas que hacer otras cosas que no tienen nada que ver. Aveces, un tío que hace las cosas muy bien y lo cambias a hacer nuevas cosas puede ser que no se le de bien, si tiene suerte y se adapta, pues todo perfecto y va ascendiendo en su trabajo y su sueldo...¿pero hasta donde? La gente va ascendiendo en su trabajo porque hace las cosas bien hasta que llega un punto que lo que hace no se le da igual de bien, se estanca y ahi se queda. Esa persona ha pasado a ser un inútil en su trabajo (o incompetente o mediocre).

Asciendes hasta que te conviertes en un inútil  esa es la filosofía que tiene España. ¿Ese es el futuro? poco trabajo y el que hay, lleno de inútiles... (alomejor digo esto y con el tiempo me convierto en uno de ellos) pensadlo...seguro que habéis dicho o pensado alguna vez lo de "tengo un jefe que es malisimo.." o "tengo a un superior que es malisimo..." alomejor es malo ahora mismo, pero seguro que era un buen "cargo actual - 1".

Esto pasa en España, en EEUU no va así...hay gente que cuando es bueno en una cosa, le dan trabajo más difícil pero de lo que está haciendo y va subiendo sueldo, no le meten nuevas tareas o nuevas funciones que no tienen porque hacerlas bien, hay gente que es buena haciendo un tipo de cosas y otros son mejores por ejemplo tratando con personas.

Así que ojalá que se arregle el tema del trabajo porque madre mía con los que están ascendiendo hasta el final...


sábado, 22 de diciembre de 2012

Despedidas forzadas....


 
Estos últimos días laborales están siendo intensos emocionalmente. Cuando los finales no son buscados supongo que las despedidas siempre son más difíciles. El reto de prospectar empresas para encontrar empleos y oportunidades de prácticas me pareció hace dos años un mundo árido donde encontraría muchos obstáculos, y más teniendo en cuenta el contexto económico en el que estamos. Me parecía tan complicado lograr mis objetivos como encontrar agua en el desierto, o crear grupos organizados en pueblos despoblados.

Dos años después me sorprendo de tantas alianzas, colaboraciones, complicidades y oportunidades creadas. De haberme sentido tan valorada, querida, apoyada e integrada en un mundo que en principio me era bastante ajeno. He recorrido direcciones de recursos humanos y distintas jefaturas y he encontrado tras grandes cargos y responsabilidades, seres humanos sensibles y generosos. Me han hecho hueco en las agendas y en sus empresas y me he sentido en muchas ocasiones parte del equipo. He descubierto como muchas personas, sin aparente vocación social, ayudan cuando alguien les ofrece una colaboración concreta que puedan realizar desde sus puestos de trabajo. He visto y vivido gestos tan generosos que emocionan. Sorprende cuanta playa se puede construir sumando granos y granos de arena. He tenido aliados de lujo que han hecho posible multitud de prácticas y algunas contrataciones. Personas que sinceramente se han alegrado de los avances de las personas a las que atendemos, y que han valorado la actitud y motivación por encima de requisitos formales que se nos escapaban la mayoría de las veces. Hemos creado puentes, hemos puesto nombre y rostro a muchas personas donde se generan las oportunidades y se toman las decisiones de contratación. Hemos podido mostrar al mundo empresarial a muchas de esas personas que se esfuerzan cada día para obtener oportunidades, y cuyo currículum quedaba oculto entre montones de otros currículums en cientos de mesas y en cientos de portales de búsqueda virtuales… Hemos humanizado la búsqueda de trabajo, con nombres, sueños, historias personales, esfuerzos y objetivos. Y nos hemos humanizados todos un poco más en este camino. Es difícil no ser humano conviviendo con seres humanos y mirándolos a los ojos. Es mucho más fácil descartar currículums que personas.

Estos días de despedidas han sido tristes y confusos. He percibido tanta sincera emoción y tanta complicidad estos días… Todos están sorprendidos, no entienden mi marcha porque todo ha funcionado bien, porque todas las partes estamos satisfechas y porque sirve lo que hacemos y tiene sentido. Les parece incongruente tanta precariedad laboral para los que estamos buscando oportunidades laborales para otros, como si nuestra vida estuviera resuelta. No es cierto, luchamos como desesperados por cada persona, y mañana estaremos como ellos buscando oportunidades para nosotros. Me preguntó alguien en una empresa: “¿Cómo puedes implicarte con tanta fuerza y motivación sabiendo que te marchas en breve?”. Le dije que porque creo en lo que hago, y que por mi convicción de que la gente por la que trabajamos merece oportunidades concretas y todo nuestro esfuerzo. He peleado hasta el último día con entusiasmo y me siento orgullosa de ello. Pero debo marcharme. No es una cuestión de resultados, los números y las experiencias avalan el trabajo de estos dos años, pero no es suficiente. En cada despedida me han regalado palabras hermosas que llenan mi corazón y que atesoraré siempre, me hablan de implicación, de compromiso, de motivación, de mi importante labor… y yo también me emociono, y tampoco encuentro palabras, porque siempre me costó explicar las cosas que no entiendo y porque no sé mentir. Así que me centro en la verdad, y me deshago también en sincera gratitud por estos dos años que hemos recorrido juntos. Salgo de cada empresa con las puertas abiertas y convencida de haber sido una privilegiada y sintiéndome muy afortunada.  Trato de asumir, pero a ratos no puedo creer que todo esto se acabe. He creído y crecido mucho estos dos años, y me voy con la satisfacción de haber generado oportunidades concretas para muchas personas. Cierre de ciclo, aunque cueste creerlo. Cierre de ciclo.