miércoles, 4 de abril de 2012

Movida y removida






La semana pasada fue muy movida y me removió bastante. Además de la huelga y manifestación contra la reforma laboral, asistí a varios espacios de intercambio y de formación, muy distintos entre ellos, pero todos vinculados a temas de empleo y formación. Espacios que me llevaron a reflexionar y a plantearme posibles cambios, o al menos cambios posibles. Espacios que me llevaron a visualizar nuevas puertas y oportunidades. Hice una visita guiada a Barcelona Activa donde organizan multitud de cursos y acciones sobre emprendimiento. Me parece interesante aprovechar la formación y los recursos que desde la Administración Pública se ofrecen y que seguro me serán útiles. Salí con ganas de inscribirme a muchas cosas. Estuve también en las primeras jornadas sobre cooperativismo y autoocupación organizadas por el grupo de Acción Social de la Asamblea de Hospitalet (conocidos popularmente como "indignad@s" pero que además de estar indignad@s trabajan). Vinieron personas de distintas cooperativas a mostrarnos sus experiencias y a debatir sobre ellas, desde su experiencia práctica, confesando sin pudores sus dificultades, estrategias, retos, logros, y aspectos positivos, y buscando no únicamente maximizar los beneficios económicos (como pretende el capitalismo), sino buscando también beneficios sociales y medioambientales, como se pretende desde la economía social. Nos invitaron a hacernos preguntas que un día ellos se hicieron: quien y cómo se producen las cosas que consumimos, en qué condiciones, cómo buscar sinergias, y apoyar proyectos de este tipo... El objetivo era compatir, conocer, remover, y cuestionarse y replantearse formas de vivir y de hacer las cosas. Fue muy valioso rodearse de personas que han puesto en marcha iniciativas que funcionan empresarialmente y que les permiten conciliar su trabajo con lo que son y sienten como seres humanos. Ni más ni menos que ver que es coherente y compatible formar una empresa con una visión solidaria y social. Salí removida, entusiasmada, esperanzada y con las pilas cargadas. Y eso que nos contaron también todas las dificultades de lanzarse a un reto de este tipo, las dificultades de decidir democráticamente, y resolver los conflictos internos. En el modelo que generalmente conocemos hay un socio capitalista que tiene el poder de decisión, y en las cooperativas cada trabajador supone un voto, y una opinión, y todo debe ser consensuado. Me pareció un mundo apasionante, y más ahora con los tiempos de crisis que corren, donde cada vez dependemos más de nosotros/as mismos/as para autogenerarnos empleo, dada la escasez de oferta en el mercado. Una semana muy intensa, que me ha dejado el corazón y la cabeza muy revolucionados. ¿Seré capaz algún día de dar el salto?

No hay comentarios:

Publicar un comentario