domingo, 8 de julio de 2012

Fin de semana de naturaleza

Este fin de semana hemos estado rodeados de mucha naturaleza, cosa que me genera mucha paz y calma siempre, y que me llena de energía para toda la semana laboral que me espera.
Ayer sábado en la mañana estuvimos visitando una viña y bodega. Lo más bonito como siempre las viñas, las bodegas hemos visitado tantas, que pronto podría dar yo la charla al grupo. Como escuche una sóla vez más a alguien preguntar qué es la filoxera corro el riesgo de ponerme a gritar como una loca. En fin, visita, explicación... y cata de vino y cava.


Al mediodía unas tapitas de pescadito en una terraza al lado de casa.

Luego por la tarde estuvimos en una cata de vinos en Vilafranca. Una feria que estuvo muy bien organizada y muy entretenida.

Esta mañana hemos visitado la Giralda de l'Arboç, con una leyenda mágica y romántica, sobre alguien que la construyó por las añoranzas de su amada a su tierra y a su emblemática construcción. Pero la realidad parece que es menos hermosa y simplemente fue construida porque los dueños viajaron a Sevilla durante su viaje de novios  y se quedaron prendados de aquella arquitectura. En fin, me gustaba más la leyenda.




Luego estuvimos en el Pantano de Foix, que aunque estéticamente es hermoso, parece que no sólo el agua no es potable ni apta para ningún tipo de consumo (ni siquiera pesca o baño), sino que es uno de los más contaminados de España. Años visitándolo y ahora una guía nos desmonta la ilusión. Aveces es mejor no saber tanto.



Y la visita estrella del día ha sido al Castillo de Castellet. Maravilloso verlo (sólo lo abren el segundo sábado de cada mes), y conocer la historia. Impresionante ver cómo la antigua vía augusta romana llegaba desde Cádiz a Roma pasando por Francia... guau. La antigua Vía Augusta ahora es la AP7.  Piedra, naturaleza y tantos siglos de historia. Es increíble.


Castellet es un pueblo pequeño de piedra, bien conservado, con buenas vistas (por un lado el pantano y por el otro viñas  y mucho verde)



Paseando cuesta arriba hacia el castillo, un precioso ciruelo. (Doy fe de que sus frutas eran pequeñas pero deliciosas).


Una visita totalmente recomendada por arquitectura y naturaleza, donde la paz te inunda y el mundo se detiene. Donde nada es urgente y todo toma su tiempo.

Y entre visita y visita unas tapitas en el bar de Castellet para reponer fuerzas ;-) Un poco caro, pero con una vista del Pantano privilegiada, y al aire libre con un viento que se agradece, vale la pena. Lugar de parada de moteros/as.


Ha sido un fin de semana maravilloso y redondo. Lástima que mañana sea lunes y haya que regresar a la realidad.

3 comentarios:

  1. Así va el país, la gente de paseo, sin trabajar ni hacer nada.

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  2. Bonitas fotos, somos unos privilegiados de vivir en nuestro entorno.

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  3. Anónimo, que hay que pasear también para coger fuerzas, no todo puede ser trabajar, que hay muy poco trabajo y hay que repartirlo jeje.

    Padrino, la verdad es que es bellísimo nuestro entorno, si que somos privilegiados, si...

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