lunes, 9 de enero de 2012

Las canciones rotas.


Ahora que está tan de moda Youtube, cada vez se nota más el mal trabajo de los arreglistas y productores musicales, acostumbro escuchar maquetas o temas grabados por gente anónima y con muy pocos medios, gente que aspira dignamente a que alguien se fije en ellos.

Algunos lo consiguen, y llegan hasta grabar un disco, el sueño, ahí empieza el declive de su esencia, los productores y entendidos musicales se dedican a enterrar todo su talento bajo capas y capas de instrumentos innecesarios, de efectos prescindibles, de arreglos abominables, hasta que consiguen un producto manufacturado y normalizado, que casi ni se distingue del que hicieron el día anterior, y lo que es peor, tapa lo que tanto nos gustaba cuando era un producto fresco.

Esta reflexión viene a raíz de la entrada de Buscadora de utopías con una chica ( Isabelle Geffroy)  Una chica que desborda entusiasmo, que contagia buen rollo, que canta con dos amigos en la calle, y no le importa si esa noche dormirá bajo techo, o mirando las estrellas, ni os molestéis en escuchar como suena el tema grabado por los expertos musicales, no han dejado ni rastro de la esencia, de lo que tanto nos gustaba.

Todo esto me ocasiona algunas preguntas:

¿Cómo eran las canciones que nos gustan antes de pasar por las manos incompetentes de la industria? 

Quizás nos hayamos perdido demasiadas canciones hermosas que no han aguantado ese paso.

¿Existirá un cementerio para las canciones rotas?

Y la que más me preocupa, ¿Cuánto tardará en lucir unos pechos enormes a juego con esa industria?

1 comentario:

  1. Curiosamente descubrí a esta chica (a través de un amigo) con esta canción. Fue en una fiesta, había mucha gente, pero todos dejamos de bailar y estábamos como hipnotizados escuchándola y viéndola. Luego llegué a casa, aún hipnotizada, y la busqué en youtube, y todas sus versiones "producidas formalmente" no me gustaron como esta. Así que puse esta natural, espontánea, en la calle, que es la que me sedujo y seduce. Tienes toda la razón, a veces refinan tanto que la magia y la esencia se esfuma...

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