viernes, 11 de noviembre de 2011

País en crisis: Así en el Cielo como en la Tierra



La situación del mercado laboral español empeora afectando cada vez a más sectores productivos e incluso a los improductivos. Dios anuncia ERE en toda su plantilla, tanto en los centros radicados en el cielo como en la tierra. Esta situación afectará a trabajadores directos, así como las subcontratas, ETT’s y proveedores. El representante legal anuncia que la situación es insostenible y que no puede mantener las pérdidas por más tiempo. Las reacciones frente a estos recortes no se han hecho esperar. Los sindicatos creen que ha habido dejación de funciones por parte de la empresa. Informan que desde la creación se llevó a cabo un plan ambicioso, se contrató personal, pero que no pusieron los recursos suficientes para lograr los objetivos y mantener el personal. “La campaña de marketing orquestada durante siglos no tuvo una repercusión real en las acciones locales desempeñadas por la empresa” – argumentan, dejando claro que la empresa se comprometió a milagros y cambios terrenales que no logró implementar. Los representantes de la Iglesia argumentan que tuvieron situaciones contextuales complejas que afectaron sus resultados, alegando que los desastres naturales, competencia desleal de otras iglesias y otras causas ajenas imposibilitaron la consecución de los objetivos, no considerándose de este modo responsables de los pésimos resultados obtenidos. Está prevista una investigación por parte de la fiscalía para esclarecer la responsabilidad de la empresa y de todas las partes implicadas y solicitar indemnizaciones y responsabilidades en caso de que corresponda. Los trabadores terrenales argumentan que la ayuda divina llegaba siempre tarde o incluso había meses que no llegaba, por lo que todos sus productos perdieron credibilidad entre la clientela y disminuyó vertiginosamente el consumo de fe. Están indignados puesto que en el comunicado de la empresa no se reconoce su profesionalidad y dedicación, ni se les ofrece alternativa de recolocación. El fabricante de ostias sagradas están sorprendidos frente a la noticia, a pesar de que las confesiones y el consumo del producto se vieron disminuidas en los últimos años, no entienden que la Iglesia haya decidido prescindir de sus servicios de forma definitiva y unilateral sin antes mantener una reunión con ellos y buscar soluciones conjuntamente. Lo más grave ha sido la propuesta divina de sustituir su producto por suspiros, más económicos y de una textura similar a las ostias. Presentarán una demanda por fraude puesto que la destilación del Cuerpo de Cristo en las ostias sagradas se realiza con una fórmula secreta que sólo conocen tres personas de la compañía, y que costó desarrollar varios siglos, de la que tienen la patente, y que no es comparable a nivel de fe a un suspiro, por muy profundamente que este se emita. Quieren realizar una campaña de difusión entre los feligreses haciéndoles ver las posibles consecuencias de esta sustitución, considerando que se está omitiendo información relevante por parte de la empresa.
San Pedro, representante de ángeles, arcángeles, guardianes y otros profesionales celestes con y sin alas, culpa del desastre a los trabajadores terrenales, quienes no supieron implementar un proyecto que estuvo perfectamente diseñado por Dios. Estas declaraciones, desmarcándose de la versión oficial donde “causas contextuales ajenas” eran las causantes de la crisis, no han hecho más que agravar la situación, generando desconcierto y malestar entre los trabajadores terrenales. Frente a estas declaraciones, estos últimos manifestaron que el grueso del trabajo se realizaba a nivel terrenal, y que había habido una dejación de las funciones de ángeles guardianes que estaban realizando un trabajo de inferior calidad a la esperada, abandonando a los humanos a su suerte y desmarcándose de salvaciones obligatorias y necesarias. Su presencia, opcional e invisible, habría sido la posible causa de este abandono de funciones según sus compañeros terrenales. Así mismo, las entrevistas en profundidad de San Pedro habrían perdido nivel puesto que nadie superaba las pruebas establecidas y a la segunda pregunta la mayoría eran destinados al infierno o al limbo, por lo que el puesto cada vez era menos necesario. Por este motivo, trabajadores terrenales proponían informatizar la entrada con un cuestionario de respuestas múltiples automatizado, eliminando a San Pedro y todo el personal a su cargo y sus familias, que suponían un sobrecosto para la empresa porque estaban recibiendo sueldos en calidad de trabajadores expatriados. A cierre de esta noticia, no hay acuerdo entre la empresa, los trabajadores terrenales, los trabajadores celestes, sindicatos y proveedores de cómo gestionar esta crisis. Seguiremos informando.

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